Lápida del Apóstol del año 1081

La Catedral de Salerno se alza sobre la tumba del apóstol y evangelista Mateo. El altar de dos caras de la Cripta está construido sobre la tumba del Santo. Bajando las escaleras se puede ver la lápida que está decorada con el monograma de Cristo y que tiene inscrito en la parte inferior el siguiente epígrafe:

HOC CORPUS GLORIOSISSIMUM MATHEI APOSTOLI ET EVANGELISTAE EST HIC RECONDITUM AB ALFANO ARCHIEPO PRESENTE MICHELE IMPERATORE AUGUSTO E DUCE ROBBERTO.
ANNO DOMINICAE INCARNATIONIS MLXXXI IV IND. M.M.

Altar de San Mateo y Fenestella Confessionis

El conducto cilíndrico de cobre, densamente perforado, insertado en la tumba de San Mateo a través de la ventana colocada en el centro de la lápida se llama Cannone o fístula. En su interior corre una cadena que sujeta dos cubos de plata (desconocidos del siglo XVII) en cuyo interior se recoge el “maná”. Este está formado por gotas de agua, producidas por la humedad de la tumba, que llegan a los cubos a través de los agujeros del conducto. Se creía que aquellas gotas procedían del “beatissimo corpore” del Apóstol y eran objeto de suprema veneración por parte de los fieles de Salerno.

En 1890, probablemente debido a las incrustaciones de carbonato de calcio que se formaron en el interior del cañón perforado, no fue posible bajar el relicario a la tumba de San Mateo. Los trabajos posteriores, necesarios para reparar el inconveniente, comprometieron definitivamente la recogida del maná – según lo declarado por los cánones y documentado por Mons. Arturo Carucci – por lo tanto, desde ese año efectivamente cesó el maná tradicional de S. Matteo.

El 16 de agosto de 2023, el nuevo párroco, en un informe entregado al arzobispo y acompañado por un vídeo, documenta – durante el reconocimiento del altar en un intento de recuperar el relicario del maná – el descubrimiento casual de abundante líquido cristalino – condensación de agua dentro de las dos copas de plata.

A partir de 2023, el rito de recogida del Maná de San Mateo se restablecerá en dos fechas anuales: en vísperas de la solemnidad del Santo, 20 de septiembre, y en conmemoración del Traslado de las reliquias, 6 de mayo.

Según la tradición de Salerno, a lo largo de los siglos el “maná” se distribuía a los fieles, especialmente a los enfermos, mediante bolas de algodón empapadas. Aunque sea producto de un fenómeno natural, sigue siendo un “signo de bendición”.

Hoy se distribuye en una pequeña medalla que contiene un algodón rociado con el líquido conservado de la última recogida. Es posible solicitarlo en la Sacristía de la Basílica Superior.